El fin de año es una época de mucha alegría y festejos, y aunque para muchos es el momento perfecto para correr, para otros es la época ideal para dejarse seducir por las juntadas de fin de año y la alimentación inadecuada y exagerada.

La lucha: Fiestas vs. Running o Excesos vs. Salud, suele repetirse todos los años, y en la gran mayoría de los casos, todos sabemos quién es el vencedor. Para evitar que los excesos alimentarios venzan nuevamente, te recomendamos que comiences inmediatamente a evaluar que pesa más en la balanza de los deseos.

Los días laborables libres por las festividades y las vacaciones dan la posibilidad de largos entrenamientos, preparación en el gimnasio o incluso sumar deportes complementarios como la natación o el ciclismo.

  • Las vacaciones son una opción: Tomarse una o dos semanas de entrenamiento muy liviano, incluso de ausencia total del ejercicio, no perjudica en nada el desempeño que se pueda alcanzar a lo largo del año; de hecho, es muy beneficioso para recuperar física y psicológicamente el cuerpo al cien por cien, dejándolo listo para desarrollar su mayor potencial.
  • Running social: Al ser semanas del año relajadas, es más fácil coordinar horarios y salir a correr con amigos, familiares, pareja, compañeros de trabajo y conocidos.
  • La gran derrota: Otra situación común por estos días es que la suma de eventos vinculados con la comida haga crecer los dígitos de la balanza, repercutiendo negativamente en los entrenamientos, no sólo por la cantidad de comida, sino también por la calidad. Paradójicamente, a veces correr puede ser contraproducente en estos casos. No desde lo físico, sino desde lo psicológico, ya que puede ser una excusa permanente para cualquier tipo de excesos, con la errónea idea de que luego todo se gasta corriendo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *