Correr en cinta nos ofrece una serie de posibles beneficios con respecto a la actividad realizada al aire libre y nos permite tener un mayor control del entrenamiento. Sin embargo, correr por la calle o al aire libre nos brinda una mayor sensación de libertad y un entorno similar al de una competencia.
Entonces, ¿es mejor correr en cinta o en la calle? La respuesta dependerá del tipo de entrenamiento que queramos realizar, nuestra disponibilidad de tiempo y nuestros gustos. Para ayudarte a decidir, te traemos los beneficios de cada método.
Correr en Cinta
- Control de la frecuencia cardíaca
Podemos monitorizar constantemente nuestras pulsaciones para mantenerlas dentro de la zona de intensidad que hayamos planificado. Antes de iniciar una actividad física, para valorar la condición de salud o directamente para comprobar qué resultado nos muestra una prueba de esfuerzo, es una excelente herramienta.
- Condiciones climáticas
La lluvia, los cambios de temperatura y el viento son factores externos que no podemos controlar y que nos perjudican en nuestro entrenamiento. Si el objetivo es mantener la condición física, sería mejor correr en cinta. Aunque también, hay quienes no tienen ningún problema en mojarse y entrenar con distintas temperaturas.
- Cuestas
Si vivimos en una zona donde existen demasiadas cuestas y no estamos preparados para ese tipo de entrenamiento, correr en la cinta sería la mejor solución. Por otro lado, entrenar en el aire libre estaría relacionado con una actividad de alta intensidad, ya que a menos que subamos varias cuestas, tanto el ritmo cardíaco como la fatiga se dispararía y posiblemente la duración de la actividad sería mucho más breve.
- Seguridad
Aunque siempre hay que estar atentos, no sería la primera vez que por un descuido nos podamos llevar un susto. El entrenamiento en la vía publica es más riesgoso y podemos sufrir lesiones provocadas por los desniveles del camino.
Correr en la calle
- Sensación de Libertad
Hay muchas personas que sufren cierto agobio si entrenan en una cinta y sólo pueden mirar una pantalla de TV o directamente una pared. Si corremos por la calle, sentimos el aire en la cara, respiramos más aire puro, y tenemos opción de cambiar nuestro camino de la manera que queramos.
- Motivante
Sumado a lo anterior, podemos convertir el entrenamiento en una competición contra nosotros mismos, intentando mejorar el tiempo. Enfrentándonos con los obstáculos que nos surjan, lo que se traduce en una sesión deportiva mucho más divertida y amena.
- Velocidad
Aunque la cinta de correr dispone de la posibilidad de ir variando la velocidad, nunca será lo mismo que realizar un cambio de ritmo o un sprint si corremos por la calle.