Ahora que ya nos estamos habituando a entrenar y hemos dejado atrás la vida sedentaria, es un buen momento para complementar el running con otros ejercicios que nos ayuden a estar en forma. Hay muchos para elegir, todo dependerá de nuestro tiempo, posibilidades y gustos ¡Lo importante es movernos! De entre todos hoy les proponemos tres:
Pilates, abdomen fuerte y espalda sana
Una de las principales ayudas que nos proporcionará esta técnica es que nos enseñará a mantener una buena postura. Nuestros abdominales se fortalecerán (en general ganaremos tono muscular en todo el cuerpo) y nuestra espalda y hombros estarán más relajados.
Gracias al Pilates también aprenderemos a controlar la respiración, algo que se nota mucho cuando estamos corriendo y daremos un empujón para tornear piernas y glúteos, mientras vamos moldeando nuestra figura poco a poco.
Por otro lado, estiraremos y relajaremos los músculos, algo primordial para prevenir problemas al practicar running, además de adquirir un mayor control de nuestro cuerpo y nuestra mente.
Natación, aumenta tu capacidad aeróbica
Nadar es un ejercicio muy agradable, que además puede resultarnos el complemento perfecto para mejorar la capacidad de nuestros pulmones y de nuestro corazón, lo que nos permitirán correr durante más tiempo, sintiendo menos fatiga y recuperándonos más rápidamente.
También trabajaremos la espalda y los brazos, que utilizados correctamente nos servirán para tomar impulso y velocidad, reducir el cansancio y obtener mejores resultados al correr.
En el agua podremos seguir trabajando las piernas más fácilmente con gravedad cero, y sin someterlas al impacto con el suelo, evitando así cargar nuestros músculos y articulaciones.
Pesas, para quemar más grasas
Lo mejor que podemos hacer es combinar el entrenamiento cardiovascular con el ejercicio con pesas o máquinas. Desarrollar nuestros músculos hará que aumentemos nuestro metabolismo y gastemos más calorías, lo que combinado con una alimentación saludable se traducirá en menos grasa y un cuerpo más fuerte y sano.
Además si salimos a correr después de la rutina de musculación, como habrán disminuido nuestros depósitos de glucógeno nuestro cuerpo empezará a utilizar nuestras reservas lipídicas como combustible, es decir, quemaremos más grasas.