Dependiendo de donde leamos, encontramos que se recomienda no salir a correr en ayunas ya que influye en un peor rendimiento deportivo, pero también nos dicen que hay que evitar comer 2 horas antes de correr para prevenir el flato y otras molestias digestivas. Esto supondría que una persona que quiere salir a correr a las 8 de la mañana tendría que terminar de desayunar a eso de las 6h.
1. Prepara la carga de hidratos y proteínas desde el día anterior: Desde la cena trata de ingerir proteínas e hidratos de carbono. Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía, así que procura cenar pasta o arroz . No olvides las proteínas, con los esfuerzos importantes hay destrucción muscular y las proteínas son las estructuras que ayudan a tener los músculos fuertes, por eso, no olvides incluir en la cena algo de carne o de pescado. Acompaña esa cena con pan y con fruta madura para el postre.
2. Hidrátate desde el día previo: Hidrátate desde el día previo y mira tu orina, sabrás que estas bien hidratado si el color de tu orina es claro. Si esperas a hidratarte la misma mañana del entrenamiento o de la carrera corres el riesgo de excederte y tener que parar para eliminar el exceso de líquidos o al contrario, quedarte corto y deshidratarte, bajando así tu rendimiento físico.
3. Desayuna ligero pero no no poco: Una norma de oro para cualquier carrera es “No hagas nada que no hayas probado antes”, así que en carrera no pruebes nada. Vas a salir a correr muchos días a primera hora de la mañana antes de lanzarte a una carrera. En cada entrenamiento matutino podes ir probando para saber qué va bien y qué va mal.
4. Toma una bebida rica en hidratos de carbono justo antes de la competición o del entrenamiento: 5 o 10 minutos antes, es decir, cuando estés saliendo por la puerta de casa o justo en la largada de una carrera toma una bebida isotónica que te aporte hidratos de carbono.