Existen tres tipos de pisadas que diferencian a los corredores y los hacen más propensos a ciertos tipos de lesiones, pero estas se pueden minimizar con un entrenamiento adecuado que los lleve a correr de una manera más eficiente.

Pisada tipo pronador

Este es el tipo de pisada más común. La persona pisa con más fuerza con la parte interna del pie. Es decir, que el empuje, al correr, es hacia adentro y esto hace que junte las rodillas cuando corre. Los pronadores suelen ser más propensos a tener lesiones de pie y rodilla durante las carreras o entrenamientos.

Pisada tipo supinador

Contrario a los pronadores, los supinadores pisan con más fuerza en la parte externa del pie y el talón, corren con las piernas separadas y esto, a largo plazo, puede afectar las rodillas.

Pisada neutra

En este caso, la pisada es recta y el peso del cuerpo y del impacto se distribuye proporcionalmente en toda la planta del pie, lo que hace que las rodillas se mantengan a una distancia normal y sean menos las posibilidades de sufrir una lesión.

 

 

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