Cuando salimos a correr y queremos hacerlo bien nos surgen distintas dudas, una de ellas es cuál es nuestra manera de respirar durante la carrera.
- ¿Por la boca o por la nariz?
Hay gente que recomienda inhalar y exhalar por la boca, o bien inhalar por la nariz y exhalar por la boca, o bien utilizar ritmos de respiración lentos o rápidos… y así muchas más teorías.
Lo ideal consiste en respirar por la nariz (tanto inhalar como exhalar). Si vamos a ritmos muy rápidos, podemos utilizar la boca, (de esta manera entra oxígeno más rápido al organismo) pero según algunos neumólogos, no es aconsejable. ¿Por qué? La nariz nos ofrece un filtro natural para el aire que entra y sale del organismo.
- Respiración completa o diafragamática
De la misma manera, y para sacar el máximo provecho a nuestra respiración durante la carrera, en lugar de utilizar una respiración superficial (utilizado solamente el pecho para respirar), se aconseja utilizar una respiración profunda conocida como “respiración abdominal” (o respiración diafragmática), en la que la acción de la inhalación y la exhalación se extiende hasta el diafragma y estómago.
A medida que se inhala y exhala, el estómago debe expandirse y contraerse, a la vez que el diafragma coge fuerza del aire que entra y sale de los pulmones. De esta manera, nos aseguramos de que vamos a tomar más oxígeno en cada inhalación, a la vez que ayudaremos a vaciar correctamente nuestros pulmones durante la exhalación, evitando en otras cosas, la hiperventilación, la fatiga o el temido flato del corredor.