A medida que bajan las temperaturas el estado de ánimo decae, lo que repercute en una disminución cuantitativa –en ocasiones hasta en el abandono– de la rutina de entrenamiento. Te traemos algunos tips para que sigas entrenando y no te quedes afuera de las carreras que se vienen.
- No al algodón. Para entrenar en invierno lo ideal es apostar por prendas funcionales capaces de mantener el calor y que permitan una traspiración óptima. La ropa de algodón no es adecuadas, ya que es un tejido que se humedece muy fácilmente.
- Si al color. Hoy existe una gran oferta de ropa deportiva en todos los colores y con multitud de estampados. Estas prendas nos dan más visibilidad y nos protegen de los autos, bicis y otros vehículos en estos meses.
- Suma una camiseta térmica a tu outfit. Con la caída de las temperaturas, las funciones del riego sanguíneo, tejidos conectivos, tendones y articulaciones se ralentizan considerablemente. Esto se traduce en una reducción de la resistencia y, como consecuencia, en un incremento de lesiones. Las camisetas de poliéster con interiores reforzados retienen el calor, o lo que es lo mismo, evitan en cierta medida ese fenómeno.
- Alarga el precalentamiento. A los músculos les cuesta más ponerse en marcha cuando bajan las temperaturas, por eso lo ideal es iniciar el entrenamiento lentamente y de forma progresiva después de un buen calentamiento y acelerar el ritmo poco a poco.
- Postcalentamiento. Para evitar que los músculos se endurezcan, es mejor terminar la carrera con uno o dos minutos de marcha lenta.
- No respires por la boca. No es solo una medida para evitar resfríos, el aire aspirado por la nariz se calienta mucho más rápidamente que el tomado por la boca.
- Reforza las defensas. A tal efecto es interesante dormir un número suficiente de horas, mantener una dieta saludable, y salir a dar paseos para respirar aire fresco. A tener en cuenta: los cambios de temperatura bruscos son los principales enemigos del sistema inmunológico.